Cuando hablamos de un plan estratégico, hablamos de un conjunto de herramientas tácticas que permiten definir el norte de una empresa con el fin de lograr un crecimiento continuo y hacer frente a la competencia y cambios constantes del mercado.
En una empresa el trabajo y sacrificio constante es importante para que la empresa salga adelante, pero la estrategia es el motor que lleva a una empresa hacia su desarrollo y hacer frente de forma óptima a los diferentes obstáculos que se puedan suscitar en el camino. Es la ruta que se debe seguir para alcanzar los objetivos establecidos.
Muchos se preguntarán: ¿Cómo realizo un plan estratégico?¿Con cuánta frecuencia lo realizaré?¿Qué herramientas necesito?
El primer paso está en tener un conocimiento claro de cómo viene el país, la economía y las tendencias del sector en el que te encuentras, a este paso lo denominamos “análisis externo”. El análisis externo nos permitirá contemplar a nivel macro los diferentes efectos externos que podrían afectar o beneficiar a nuestra empresa. Por ejemplo, los problemas políticos de un país podrían afectar negativamente el desarrollo de una empresa o por el contrario su nivel de cultura podría impactar de forma positiva, todos estos puntos deben contemplarse a detalle dentro de este análisis.
Como segundo paso, después de saber lo que pasa fuera de nuestra empresa, debemos tener claro la situación interna (análisis interno) de la misma en todos sus frentes (cliente interno y externo, producto, tecnología e infraestructura), para ello existen algunas herramientas como el análisis FODA, Benchmark, PEST o el modelo de las 7S que son las más usadas para estos tipos de análisis, dependerá mucho del especialista, tipo y situación actual de la empresa para definir cuál de estas herramientas utilizar.
Después de tener claro el análisis externo e interno de un negocio, debemos definir lo que será el paso más importante del plan estratégico, los objetivos. La definición de los objetivos estratégicos será clave ya que toda la organización se verá afectada por ello puesto que trabajarán para lograr dichos objetivos. Con la definición de los objetivos se finaliza la etapa del diseño del plan estratégico.
Lo que sigue, representa la etapa de la ejecución del plan estratégico donde se deben definir los OKR y KPIs que precisarán el avance y performance de tus objetivos, estas métricas deberán estar directamente relacionadas con dichos objetivos definidos.
En esta etapa resulta clave ser muy fino al momento de definir las aspiraciones de los OKRs o metas de los KPIs, para ello debemos guiarnos en la estacionalidad y variación anual de los últimos años ya que una aspiración o meta inalcanzable e irreal podría generar malestar y desánimo en los trabajadores y traer un efecto contraproducente.
Uno de los retos más difíciles dentro de la ejecución del plan estratégico es decantar los OKRs en toda la organización para ello el tener conocimiento de Balanced Scorecard (BSC) resulta clave. Los BSC permitirán gestionar de forma eficiente los OKRs e indicadores de una empresa ya que permiten segmentar y ponderar los resultados clave e indicadores. En muchas organizaciones incluso automatizan los BSC con herramientas más sofisticadas como el Power BI.
En el siguiente esquema plasmo las etapas del plan estratégico de un negocio:
Por último, he de mencionar que un plan estratégico tiende a ser de largo plazo, no existe una regla que indique la periodicidad en la que se debe hacer, pero en la práctica un plan estratégico puede contemplar el trabajo de 1 a 5 años dentro de una empresa, dependerá mucho del tamaño y nivel de madurez de esta.
La estrategia no solo está diseñada para grandes empresas sino también para pequeñas y medianas empresas. Existen muchos emprendedores Pymes que siempre me preguntan si el desarrollo de un plan estratégico aplica en sus negocios, mi respuesta siempre es las misma: “Un plan estratégico es aplicable hasta en la vida de uno mismo como persona”, puesto que resulta trascendental que tanto una persona o empresa tenga claro su norte y objetivos en su vida diaria y no deambulen únicamente en lo empírico.
Hay una oportunidad muy grande en el mercado para las consultoras de estrategia de negocios en mirar a las Pymes como clientes muy potenciales y no solo enfocarse en las grandes empresas.
En conclusión, todas las empresas desde una micro hasta una gran corporación deberían trabajar en la elaboración de su plan estratégico, el cual ayudará considerablemente en su desarrollo y desenvolvimiento ante circunstancias adversas y aunque si bien no se verá un valor a corto plazo si tendrá un impacto enorme a largo plazo en Market share, ingresos y rentabilidad.